HOMENAJE POSTUMO AL GRAN SAXOFONISTA DE SPRINGSTEEN

Al enterarme de la muerte de Clarence Clemons, lo primero que pensé es que Bruce Springsteen se había quedado sin puntal para sus directos,Que nunca sonará igual la E Street Band.La muerte de Clarence es la muerte de un tío grande, fornido de los que sudan caliente meses después de muerto.
Yo creo que hasta un duro de oído, incapaz de apreciar la delicadeza de sus solos de saxo, si podía apreciar su solidez y su garra.
Siempre impresiona más la muerte de un hombre corpulento, yo creo que los grandones, pese a tener mala fama y aspecto hosco, dan confianza, dan la sensación de que por muy amenazadora que sea su presencia, en el fondo el grandón es un hombre emotivo, que tiene voz de trueno, manos de boxeador y bondad de panadero.
Yo aprendí en la noche a vivir en los peores garitos y con gente poco recomendable, gracias a un amigo corpulento que, al abrazarme, me hacia ver a la vez su afecto o estrujarme la columna vertebral.Aquel rudo matón me enseñó a esperar afecto al otro lado del miedo.Con la muerte de Clarence Clemons me acuerdo que en aquellos tugurios aprendí que a través de las rudas manos se llega al corazón tierno de un hombre y eso es tan emocionante como llegar al interior de una catedral traspasando r la puerta del w.c. de un burdel.
          Fdo: Diego J. Cerrato "El Ronco de Don Benito"